CARTA No 1: HOY TE HABLO A TI

CARTA No 1: HOY TE HABLO A TI

Somos dueños de nuestras vidas y destinos, hasta que coincidimos en un único momento con otro ser, que, sin querer ser malo, tampoco es bueno para conectar con él. Y es que las personas estamos llenas de sueños, pero no siempre el camino que tomamos es el más correcto para hacerlos realidad; es ahí donde nace la oscuridad y la oportunidad al florecimiento de las mentiras, manipulaciones, el egoísmo y la crueldad del juego sin escrúpulos, porque solo importa ese bienestar individual. 

No creo que el que más sufre o llora en un determinado momento es la victima de aquel que sale victorioso y feliz por lograr lo que en su corazón egoístamente quiso, como un niño caprichoso que hace lo que sea necesario para satisfacer su deseo. No, definitivamente no... realmente somos víctimas de nosotros mismos por rehusarnos a ver con la razón, lo que el corazón niega con pasión.

CARTA No 1: HOY TE HABLO A TI

Hoy parto de las cosas, de las simples cosas que tengo calladas..., silenciadas a fuerza de dolor en lo más profundo de mi ser, entre mi pecho y espalda, allá, donde tanto duele y no puedes definirlo como lo harías con una posición geográfica, así que terminó ubicando ese dolor en un lugar llamado: mis entrañas.

Y es que no quiero ni puedo callar lo que estoy sintiendo, no al menos hoy, cuando después de 10 meses, se acaban los puntos suspensivos, o ese punto y coma de lo que fue nuestra bella relación. 

¿Recuerdas cuando juntos caminábamos tomados de la mano y sonreíamos y cómo imaginábamos nuestro futuro juntos y los planes que hacíamos? 

Bueno, solo puedo decirte que yo lo hago cada día... Recuerdo cada pequeño detalle de esos maravillosos cinco años a tu lado; es por eso que aún hoy no logro entender en qué momento ocurrió, cómo te enamoraste de ella y construiste un hogar, si era en mi lecho donde dormías.

En fin, ¿qué más te puedo decir?, finalmente hoy nace tu hijo y con él se escribe un nuevo capítulo en tu vida y por más que me duela, sé que ya hago parte de una historia que nunca más volverá a ser leída… me dejarás, la dejarás en el estante de tus recuerdos olvidados, ahí, justo ahí, donde no llega la luz y solo las tejedoras de ocho patas hilan sus casas o quizás la conserves como una apología a la felicidad.

Me queda tanto por decirte, es que finalmente he decidido escribir de ti y de mí; pero por el momento solo te diré que: Te deseo toda la dicha que el cielo pueda regalarte y que las sonrisas, llanto, caricias y miradas de tu hijo llenen ese espacio en tu corazón que con todo mi amor y entrega no alcancé a complacer a pesar de la razón.

Estas palabras van cargadas de amor y sentimientos sinceros, aunque no lo niego, salen de mi alma con mucho dolor… dolor que da el ya no tenerte, el dolor que me produce tener que continuar sin ti; así que no me malinterpretes si algún día vuelvo a verte fingiré no conocerte, aunque sabrás que lo habría dado todo por tenerte.

Siempre vivirás en mí.

Pia Arizal