LOUIS. CAPITULO 4
Todos tenemos secretos que llevamos ocultos en nuestro corazón al igual que Louis, quien vive su hermosa y apacible vida entre las risas de sus hijos, un buen trabajo y la compañía de su hermosa esposa.
PESQUERA MARROQUÍ
Después de escuchar a Louis decir que se trataba de su esposa, Jacqueline, Buba guarda silencio mientras su amigo enciende un cigarrillo...; había transcurrido quizás un minuto y Buba continuaba callado, dándole algo de espacio a Louis, así que toma su móvil, pasa su mano por la barbilla y hace una llamada:
_Alo..., hola Marión, se me presentó una situación de última hora y no podré llegar a la oficina, me llamas o envías un mensaje si pasa algo especial.
Louis escucha atento a su amigo hablar por teléfono y de pronto un suspiro escapa de su pecho, seguido de un comentario lleno de alivio y broma.
_ Cancelaste la oficina por mí...casi me siento importante.
_ Jaaaa, no es para tanto, más bien cuéntame que ocurre, te siento más reservado y sombrío que de costumbre.
_ Se trata de Jacqueline, todo volvió a la misma rutina de antes y si bien la amo, no dejo de sentir que me falta algo; trato de convencerme que es la monotonía de un matrimonio normal, donde ambos trabajamos y compartimos tareas y obligaciones; nuestra vida íntima no es mala, por otra parte están los niños, ellos tienen una vida perfecta con nosotros allí, pero yo no dejo de sentirme vacío como si me faltara algo..., mi familia la quiere y están felices de vernos juntos y aparentemente bien y no me mal entiendas, agradezco tenerlo todo con ella a mi lado pero aún así no me siento del todo feliz.
Buba mira con atención a su amigo y decide hacerle una pregunta que desde hace tiempo quiere y por respeto a Louis había callado.
_ ¿Por qué regresaste con ella, si finalmente esto que me cuentas fue el motivo de su ruptura hace casi un año?
_ Amigo mío, yo nunca la dejé; si bien rompimos un tiempo, la relación entre nosotros continuo y nos debatíamos entre los niños, la familia, el apartamento y el amor que ella dice tenerme...
_ ¿El amor que ella dice tenerte? ¡Que interesante!
Una pausa cerró la boca de Louis que no pudo contener por más tiempo en su pecho el nombre de ella.
_ Marianne. Quería darme una oportunidad con ella, siempre lo quise hacer pero cada que lo intentaba algo ocurría y terminaba alejándola y alejándome; en enero fue eso lo que ocurrió... un estallido de angustia de ella terminó cualquier comunicación entre nosotros y yo retomé mi relación con Jacqueline, era inevitable que nos diéramos otra oportunidad, finalmente compartíamos el apartamento y yo creí que no volvería a saber de Marianne.
Buba lleva las manos entrelazadas a su barbilla y apoya los codos sobre la mesa, en una actitud de estar más atento a lo que escuchaba de Louis, hasta que decidió hacerle otra pregunta.
_ Pero no entiendo, hasta hace cinco meses tú planeabas reunirte con ella, viajar y estar por fin juntos, pero me dices que retomaste con Jacqueline en enero.
_ No me juzgues amigo, es que desde que conocí a Marianne, sentí que ella era lo que había deseado encontrar toda mi vida y por eso rompí con mi esposa, finalmente las cosas entre nosotros no marchaban bien y yo me sentía tan enamorado de mi bella princesa; pero la vida es irónica, cuando quise darlo todo por ella, ella se fue y yo no fui capaz de quedarme solo y esperar a que ella reorganizara sus sentimientos y conflictos internos, yo lo quería todo ¡ya!, pero tarde entendí que así no funcionan finalmente las personas.
Buba no entiende muy bien los tiempos de su amigo e insiste en la pregunta:
_ ¿Cómo te ibas a ver con Marianne, sí habías regresado con Jacqueline?
_ Ya te dije que todo es producto de una ironía y yo no supe esperar. Después de nuestro distanciamiento en enero, Marianne volvió aparecer y yo fui tan feliz nuevamente, solo que ya tenía mi vida de nuevo resuelta, había decidido con Jacqueline irnos de viaje con los niños a Italia, era un recomenzar para nosotros, ¿pero cómo decírselo a ella y acabar con algo que yo amaba y deseaba?
_ Yo no te juzgo, nunca lo he hecho, pero me resulta difícil de entender, finalmente tienes una vida perfecta y no eres feliz. Solo explícame una cosa más, ¿cómo te ibas a ir con ella de viaje en agosto si estabas de nuevo con tu hogar marchando? "supuestamente bien"
Louis se queda mirando fijamente a su amigo y hace una mueca como quien dice: entiendo.
_ Había hablado con Jacqueline, de darnos otra oportunidad pero con calma, así que planeamos el viaje para las vacaciones de junio y así decidiríamos reafirmar o no la decisión de volver; ya en agosto, Jacqueline viajaría una semana donde sus padres y yo enviaría a los niños con los míos, así podría vivir mi sueño con Marianne y saber si estaba equivocado o no frente a lo que sentía por ella.
_ Ya veo amigo mío, ahora entiendo el estado de animo que cargas eventualmente y el porque callas y te irritas con tal facilidad.
Louis vuelve a callar mientras toma otro trago de whisky que a estas alturas le sabe a gloria; se había quitado un enorme peso contándole todo a su amigo y agrega algo más mientras Buba se nota pensativo y algo confundido con todo lo que le compartía su amigo.
_ Hace cinco meses como tú bien dices, tuve un desencuentro con mi princesa y no se si consciente o inconscientemente volqué la impotencia de tenerlo todo y nada a la vez, creo que me empecé a sentir acorralado por la situación y me llené de cólera contra Marianne por algo que ya veo no era importante y terminé en una guerra a muerte con ella decidiendo continuar mi vida como la traía y ahora no estoy seguro de haber hecho lo correcto.
Buba hace un comentario tratando de hacer un corte a la conversación y darle un toque menos serio y severo.
_ ¿Que tal si dejas de beber?, porque al paso que vas, terminarás por acabarte con el bar entero y yo muero de hambre.
Louis, sonríe y hace señas al mesero para que les lleve el menú.
Son casi las 2:30 p.m. y están a punto de terminar el almuerzo, cuando Buba lanza una pregunta más.
_ ¿Has vuelto a saber algo de ella, a saber de Marianne?
_ No, ni una palabra. Debo confesarte que en una ocasión la llamé pero no me di la oportunidad de saber si contestaría o no... colgué el teléfono.
Hubo tristeza en los ojos de Louis que esquivo la mirada de su amigo.
_ ¿Qué crees que pasaría si le hablas de nuevo?
_ No creo que ella me quiera hablar o saber de mí, debe odiarme.
_ ¿Acaso ella sabe qué estas con tu esposa y qué nunca la dejaste?
Louis se queda pálido por un instante y rápidamente recupera el aliento.
_ ¡Claro que no! No tiene manera de saberlo, solo que la última vez que hablamos yo me encargue de lastimarla con mis palabras.
Su amigo sonríe y le dice:
_ No creo que hayas dicho nada tan grave como para que te odie tanto, además me contaste que ella te amaba, que en verdad te amaba.
Louis sonríe con un brillo de esperanza y sus ojos cambian con la llegada de un recuerdo.
_ Si, quizás tengas razón. Ella siempre decía que yo solía pedir perdón como nadie más logra hacerlo... Jajajaja.... que era irresistible cuando pedía perdón, al igual que un niño pequeño con su mamá...Jajajaja.
Buba también sonríe ante el comentario de Louis y le hace otra pregunta como solo él suele hacerlas.
_ ¿La vas a buscar?
Louis lo mira fijamente y lleno de vigorosidad le responde:
_ ¡Lo haré...! ¡Quizás! ¡Ya te contaré!
Continuara...
Hola querida Pia, hay algo que me ha gustado mucho, siempre me pregunto, de qué hablarán dos amigos cuando se juntan? Y en esta historia veo como logras plasmar perfectamente la amistad y el digamos consuelo que se dan ellos también hombro con hombro, quizás no somos tan diferentes en el corazón...Gracias por compartir hermanita, tienes un estilo que nos lleva de manera hipnótica a recorrer línea tras línea deseando más, enganchas, felicidades y ya espero la siguiente entrada,besitos miles linduraaaaaaaa...!!!
ResponderBorrarAmiga de mi alma, gracias por tus palabras ... al igual que tú comparto cuando dices que quizás no somos tan diferentes hombres y mujeres cuando abrimos nuestro corazón a un buen amigo.
BorrarEsta historia, quise escribirla no desde un punto de vista femenino, si no como quizás lo harían un buen par de amigos que se quieren y respetan.
Me encanta saberte enganchada, así que vas a disfrutar mucho de la siguiente entrada.
Un abrazo, hermosa Maria Del Socorro.