LA ISLA

La vida es como un cuento, que no siempre es bello.

En la vida nos ocurren cosas que nos lastiman y terminan por dañarnos, en unas ocasiones más que otras o simplemente cambiándonos un poco.  La verdad no encuentro la palabra correcta o más bien la frase adecuada, y es justo ahí cuando recurro al cuento de una historia que mi alocada cabeza elucubre.

Hace tiempo en un lugar lejano vivía plácidamente un pescador de oportunidades. Él vivía a sus anchas en una hermosa tierra que le brindaba todo lo que necesitaba, iba y venía a su conveniencia, se alimentaba, retozaba, moría y renacía cada día, lo hacía en medio de la libertad absoluta sin máscaras, sin fingir, sin mentir sobre lo que realmente era... y un día cualquiera, sin que nadie se lo esperara, este pescador decidió abrir las velas, mientras le decía a su amada que ella solo era una isla en la que él se refugiaba y tenía paz, pero que él merecía mucho más, así que se iba porque el mundo y la felicidad de este lo aguardaban, y sin el más mínimo atisbo de vergüenza o delicadeza por la herida causada partió de aquella pequeña isla.

Y vaya que la vida es cosa seria, y juega con todos nosotros manejándonos a su antojo como el titiritero de una obra a veces macabra, a veces rosa... y es que no había transcurrido un mes de su partida y él ya extrañaba su pequeña isla, de tal manera que decidió regresar y vaya Dios a saber lo que pasó pero por más que navegó ya no encontraba las hermosas y cálidas playas que un día lo recibieron, no podía divisar el verdor de sus colinas donde saciaba su sed bebiendo de sus manantiales...hasta que un día exhausto su rostro se iluminó al ver por fin "tierra", y no, no eran playas de blanca y cálida arena, y mucho menos una verde colina, solo eran riscos, peñascos, un desfiladero donde estrellaba el mar.  

La isla, su isla había cambiado, era bella pero agreste. Su isla no era pequeña y acogedora, su isla era más grande que el mundo por lo que él destruyó lo que quería.

Su bella y pequeña isla había dejado de existir.

Pia Arizal