CARTA A UN AMOR ROTO
CARTA A UN AMOR ROTO
Que la puta tristeza existe, es una realidad.
Que me condenaste a no volver a estar contigo es una injusticia.
Que deba privarme de tus besos, de tus caricias, de tus abrazos solo porque no pudiste mantenerte fiel al amor que te daba, una crueldad; pero que no pudieras mantener tu boca cerrada y contarle a todos el alcance de tu engaño y traición, una estupidez.
Les participaste de tus pecados, exponiéndome a la traición de tus actos, y al hacer esto me dejas sin salida, solo me dejas la puerta abierta para irme de una buena vez, o quedarme a vivir por enésima ocasión la humillación de lo hecho por ti.
COSAS QUE HE QUERIDO HACER
¿Sabes?, he querido compartirte cartas, pero no lo hago porque sé que no lo valoras.
¿Sabes?, he querido compartirte canciones, pero con lo que descubrí que hacías, sé que las utilizarás con otra para conmoverla y hacerle saber lo mucho que la amas, y lo mucho que significa para ti, y lo arrepentido que estás.
COSAS QUE YA SÉ
Sé que a ti te gusta jugar al juego de la seducción y el sometimiento.
Sé que no me quieres tener lejos de ti, pero eres un experto en alejarme, dejándome en un punto de mi vida dónde se exactamente lo que NO quiero.
Sé que tus putas decisiones me joden la vida como ni en el peor de mis días yo podría hacerlo.
Sé que volver contigo es aceptar tu entorno, un entorno compuesto por amigos perniciosos e inmorales y una familia cómplice de tus canalladas, a los que nunca vas a renunciar.
Que puto dolor, porque no solo destruiste la poquita confianza que tenía en ti, también destruiste la confianza en todos ellos, tus cómplices.
CONCLUSIÓN
Es bien complicado para mí todo el tiempo queriendo escapar lejos de ti, de todo y reiniciar mi vida, y al mismo tiempo queriendo quedarme, contigo.
Me llevaste a preguntarme ¿quién soy yo?, algo que no debería tener que hacer a mi edad, o no en estos momentos. Ha sido como reiniciar mi vida de cero.
Que locura, que dolor, que deseos de llorar y no lograrlo, son caudales de lágrimas contenidas en mis ojos para no dejarlas salir, y me obligo a irme y siento que no soy capaz, cuanta tristeza, y todavía me pregunto: ¿por qué me pasó esto contigo?.
PIA ARIZAL
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