SIMPLEMENTE MARIA, IV
Iniciar nunca dejará de ser complejo para mí, quizás por eso me quedo en lugares que no me hacen feliz, con personas que no me llenan pero me son conocidas, empleos que me limitan (suspiro).
A decir verdad el motivo de esta entrada es el desahogo. Desahogo sobre los hombres, sus valores y principios. Realmente son bien diferentes a las mujeres, o al menos a las mujeres que yo conocí o que son parecidas a mí porque definitivamente las de hoy en día son más ...sin tapujos, sin escrúpulos, abiertas a vivir lo que sea con quien sea y sin vergüenza alguna, pero estas letras no son para hablar del género femenino sino del masculino.
Debo contarles que una de mis cualidades es dar confianza y saber escuchar, fue así que un día mientras alguien muy cercano me contaba sus pecados y me exponía sus puntos de vista para justificar sus acciones dijo la siguiente expresión: "las mujeres son carne, siempre han sido carne para mí". Recuerdo que me quedé en absoluto silencio y no pude evitar imaginarme un montón de vacas gordas pastando con sus ubres llenas de leche, esperando hacer ordeñadas, en ese momento me quedé como si me hubiesen echado un baldado de agua fría en la cara, sin deseos de musitar ni una palabra y con el único animo de entender la posición de ese hombre, pues era evidente que hablaba por su experiencia con las mujeres y es que realmente tiene una vasta experiencia con el género femenino, que van desde muy cortas edades hasta las más mayorcitas, y es que como refutarle su percepción sobre las mujeres si efectivamente hoy por hoy tienen precio y se ofrecen como "ganado" a través de las redes sociales, amparadas en la libertad femenina, donde entre mas se exhiban más "likes" tienen, y ellos, los hombres "compran".
Es una transacción de bienes y servicios por "MONEY", que van desde los tenis hasta viajes por el mundo.
Es importante resaltar que para los hombres no todas hacen parte del mismo ganado, pues este se encuentra segmentado en: prepagos (pagas una tarifa establecida para comerte sin compromiso lo que ves), pospagos (aquellas "niñas buenas" que se cortejan poco y se disfrutan por un periodo de tiempo) pero a las que le deben gastar de todo y llevarlas a pasear, muy similar a la prepago, solo que ahí hay "compromiso" y apariencia, y las otras no hacen parte de ninguno de los 2 segmentos anteriores, ya que estas son mujeres "serias de casa", generalmente con marido pero quizás tan aburridas como ellos y quizás con la disposición de tirarse una canita al aire con algún buen esposo de alguien más, las ventajas de este tipo de ganado es que por ser mujeres comprometidas no pondrán en riesgo el matrimonio del "caballero en cuestión", ni tendrán que cortejarlas, ni hacerles regalos, solo se disfrutarán como personas adultas en algún discreto lugar.
Como podrán ver en el último párrafo dejó claro que me siento completamente decepcionada del género masculino como tal, pero sin quitarles razón sobre su manera de vernos, ya que no hacemos nada diferente a comportarnos como ganado. Y es que satanizar a los hombres puede ser muy fácil, ¿pero dónde dejamos nuestra responsabilidad como mujeres?, o ¿por qué ofendernos si no nos vuelven a llamar después de una revolcada, o por una relación breve que nació de una infidelidad?, ¿o por ver que les importa cinco centavos que otros nos aborden?.
Recuerdo que mamá siempre me decía: El hombre propone y la mujer dispone y entre más se demore en disponer más posibilidades tendrá con ese hombre; claro, es importante resaltar que ella me estaba formando no para que disfrutara de la vida, sino para que fuera esposa devota.
No quiero que me crean santurrona, pues estoy lejos de serlo, sobre todo porque considero que en mis años de vida que son bastantes he sido la villana de la novela o la bruja del cuento para alguien más, y lo he sido sin querer serlo y seguramente también queriéndolo ser, porque como llevo desde hace algún tiempo repitiendo: no existe absolutamente nadie bueno, ni absolutamente nadie malo.
Para cerrar esta desahogada les dejo mi último y muy conocido refrán: " El hombre promete mientras lo mete y después de metido nada de lo prometido".
Conclusión muy personal: no es con sexo con lo que se construye una relación y mucho menos se conserva. ¡Eh dicho!
Pia Arizal
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