Simplemente María, III

OPINIONES

11:18 a.m.

En mi mundo ya casi es medio día y después de una mañana laboral poco fructífera, por motivos que escapan a mí, eh decidido que es una buena opción para iniciar con una descarga más de mis opiniones sobre las cosas que en ocasiones escucho y callo por pura inteligencia emocional, pero que acá me puedo expresar como mejor me provoque.

Hace algunas semanas en una conversación de esas que se hacen de manera espontanea entre un grupo de personas que dicen lo que piensan sin pensarlo muy bien, o simplemente no les importa lo que los demás opinen de lo que ellos piensan, alguien dijo: "la apariencia es muy importante para mí, yo jamás haría negocios con alguien que se vea descuidado físicamente, por ejemplo: como voy a creer en un negocio que me proponga alguien gordo, eso me hace saber que no puedo confiar en él, porque si no cuida su apariencia entonces como va a hacerlo con el negocio".

Quizás quien lea esto pueda estar de acuerdo con ese comentario o quizás no, pero la verdad a mí no me gustó, argumenté que alguien puede ser gordo por un problema de tiroides o quizás simplemente puede ser genético, no necesariamente debe ser por falta de disciplina o por gula o por abandono.   Y todo aquel debate sobre la apariencia física, el cuidado personal, para ser socialmente aceptado y más aún tener credibilidad en los negocios, me hizo pensar que eso era lo más "superficial" que había escuchado y no puedo negar que me molesté. 

Concluyo que hacer negocios con personas bellas, atléticas, puede resultar muy agradable, como si la belleza se pegara, te imprimaras de ella solo por estar cerca de ella y quizás empieces a creer que una persona bella si elige estar contigo o hacer negocios contigo, es porque también eres bello, pero qué es realmente la belleza, como cuantificarla o validarla, si desde mi punto de vista es algo tan intangible, tan relativo, sin pasar por alto que las personas bellas precisamente por serlo pueden estafarte más fácilmente que cualquiera que se vea gordo y no sea muy agraciado.

La verdad para mí creo que esa frase nada tiene que ver con la realidad, por experiencia propia puedo decir que he sido estafada por una persona muy bella físicamente y que en el mundo real de los negocios y de la política he visto hombres obesos, poco agraciados y enormemente ricos, sin olvidar lo poderosos que son.

Por último y no menos importante puedo decir que ser bello o verse bien físicamente esta bien, pero descalificar gente porque no lo sea, o peor aún, ser obsesivo con sigo mismo sobre esto, hace que una persona como yo sienta absoluta desconfianza e inseguridad de la relación que se pueda tener con alguien así por bien que se vea... Te hace sentir que en cualquier momento puedes ser descalificada y es ahí cuando piensas: ¿y mi cerebro y mi corazón no cuentan?, la magia de los filtros en las fotos jamás podrán retratar lo que realmente es importante y valioso... 

...conozco cerebros fascinantes y absurdamente atractivos.

Pia Arizal












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