LAS COSAS QUE AMO
DOMINGO 5 DE NOVIEMBRE
¿Qué hora es?, es lo primero que me pregunto antes de escribir, pero la verdad importa muy poco, ya que puede ser muy temprano para algunos y demasiado tarde para otros.
Creo que solo me pregunto qué hora es para desistir sobre escribir, pero cómo no hacerlo si me siento aturdidamente triste y desolada (dèsolè)...Si, ya lo sé, esa palabra es francesa y no significa desolación sino arrepentimiento, y quizás así me siento en este momento: arrepentida por ser tan necia e insistir en creer que hay verdad donde solo hubo mentira y bondad donde solo hubo maldad.
En esta noche solo deseo mandar todo al carajo pero de nada sirve, pues la vida no te presenta muchas oportunidades y si por necedad las dejas pasar es poco probable que se vuelvan a presentar. Así que después de sopesar mi infinita tristeza decidí sentarme a observar como desciende el cielo sobre la ciudad, abrazándola en un suave y ligero manto conocido como niebla.
Amo el frío, la lluvia, el viento, la niebla... en ellos siempre encuentro refugio.
Amo el silencio que trae respuestas.., es mejor un secreto a gritos que una verdad secreta.
Amo el atardecer cálido del verano y el gris oscuro del invierno.
Amo el papel y el bolígrafo, amigos incondicionales que hablan de lo que callo y siento.
Amo el significado y el parecido de las palabras, me resultan un juego.
Amo el poder de los recuerdos cuando son bellos.
Amo la música, ella me eleva y me lleva de regreso al lugar del que no debí regresar.
Amo la luz que cruza por mi ventana, me llena de esperanza.
Amo los sueños, que no me dejan desfallecer.
Amo el enorme lago que un día conocí.
En resumen concluyo que no soy más que una persona triste que no se da por vencida y encontró en el amor la posibilidad de agradecer por todas aquellas cosas que son gratis en la vida y que pocos ven.
00:20 a.m
Pia Arizal
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