EN NEUTRO, DEDICADO A DIOS

Escribir en tiempo presente, escribir justo en ese momento donde estas viviendo tus emociones y sintiéndolas plenamente, termina siendo bien terapéutico, porque te entiendes, te hablas y es como si en últimas le estuvieras opinando a un tercero sobre sus cosas.

Ayer estuve en terapia con la más bella persona que he conocido en mi vida. Ella es un ser de luz que le hace honor a su nombre porque en verdad es un ángel, pero para mí en especial es como mi confesor, siempre cuando voy donde ella llevo todas mis emociones en modo tornado y ella siempre llena de su conocimiento y sabiduría las toma, las aterriza y el tornado se vuelve suave brisa.

Ayer me preguntó ¿Qué quieres hacer? y yo solo le respondí: NADA, me siento en un punto cero, en piloto automático, siento que soy un auto que va en neutro, que por más que pise el acelerador no va a ir más rápido y tampoco va a frenar, ni a echar reversa... Solo quiero que Dios se encargue de mi vida, que me muestre el camino, que me tome de la mano y me diga que no tengo nada que temer.

Y hoy, me desperté con ganas de ser feliz, de ir al concierto de Andrés Cepeda, aunque no tengo boleta, o sea que estoy esperando un milagro que me sorprenda... ¡Todo puede pasar!  Y si no pasa, pues nada, seguiré con mi vida.

Hoy deseo que ocurran bellas Diosidencias que me hagan sonreír, y pueden ir desde un mensaje hasta una bella sorpresa. Hoy decidí estar abierta a lo que Dios me quiera hacer llegar de este universo tan vasto, de hecho uno de mis proveedores me envió una ancheta por el día del Amor y la Amistad... ¡Y quiero seguir recibiendo! 

Continuará...