LAS COSAS QUE AMO, DESEO Y DISFRUTO.
La vida siempre está cambiando y con ella tenemos la opción de evolucionar, estancarnos o retroceder y la verdad yo prefiero evolucionar, avanzar, crecer, pero eso no quiere decir que con el trascender espiritual no lleguen algunos gustitos que te consumen el apetito, por ejemplo:
No hay nada que me reemplace una copa de vino blanco, aceitunas y queso, una gran variedad de quesos.
Nunca me perdería una charla inteligente, donde alguien más sea el maestro.
Y ni loca renunciaría por nada a una noche de música al lado de una fogata.
Y ni hablar de decirle SÍ, a un viaje, jajaja, eso sí que no, cuando viajas vives, conoces, ríes, y lo mejor de todo, te llenas de fotos que guardas en el corazón de momentos hermosos e inigualables que jamás se perderán.
Y ni hablar de una tarde fría o lluviosa acompañada de un buen café con un libro.
Y ni qué decirles de aquellas cosas que un día conocí y me dejaron el corazón a un solo latir:
Una playa de piedra y no de arena… jamás lo habría creído, aún lo cuento con asombro.
Ver caer del cielo suaves y pequeñísimos copos de algodón, les llaman nieve, pero para mí siempre serán copos de algodón.
Y lo más mágico de todo, una manta ¡Si señores! Una espesa manta que lo cubre y oculta todo cuando del cielo baja… Es lo más mágico que en un día me puede pasar, por cierto se llama Niebla y es lo único que me conecta al viejo mundo con el nuevo, a la magia con la realidad, al misterio con la vida.
Y esa última fue la Diosidencia de hoy, me desperté con un mensaje de Dios y un regalo, el mensaje lo recibí con La Dosis Diaria de William Arana y el regalo fue cuando abrí la ventana... La niebla cubría la ciudad. El regalo más bello para iniciar el día.
Pia Arizal
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