SIMPLEMENTE MARIA, CAPITULO VII
Me siento enojada, al final del día terminé sintiéndome enojada. Y es que la vida es una mierda, bueno, más bien el amor de pareja es una mierda.
Puedo decir con completa seguridad que desde que me enamoré por primera vez nunca he acertado con nadie.
Tengo un ojo para el fracaso que impresiona y un corazón idiota que se enamora.
Creo la verdad que toda mi vida he idealizado el AMOR, definitivamente los cuentos de hadas con que nací me hicieron una LOBOTOMÍA, porque me siento descerebrada.
Si hago un recuento de mi patética y estúpida vida romántica puedo listar lo siguiente:
- Los 15 años, me dieron a mi primer amor, PLATÓNICO, que no olvidé sino hasta años más tarde cuando lo encontré por casualidad en la calle y me quedé PLOP, no entendí que pudo ver en él la adolescente que un día fui.
- Los 18 años, me trajo un novio, un hombre mayor que yo 13 años. Fue una absoluta pesadilla, recuerdo que se convirtió precisamente en eso, en el hombre de mis pesadillas, literal.
- Los 20 años, fue cuando conocí al que fue mi esposo. Él era bello, espectacularmente bello como el solo y definitivamente mi único acierto con él fue mi hermosa y magnifica hija.
- Los 39 años, vaya época, estaba divorciada, endeudada a un paso de la derrota y VOILA, llegó a mi vida un hombre que me supo dar tanto amor como desdicha, lo que hacía con una mano lo destruía con la otra y eso nunca cambió hasta el día de hoy, pero entre desdicha y dicha proporcionada por este amor apareció otro que en la distancia siempre me dio compañía.
Él era la persona divertida que siempre me daba alegrías. Lo último que recuerdo de él fue un bellísimo viaje y la ruptura de nuestra relación en pandemia.
- Los 50´S, me dejan un bello recuerdo, un fracaso más a cuesta y el corazón más roto de lo que nadie podría imaginar.
Y así terminan 11 años de este amor intermitente y dañino como el solo.
Pia Arizal.
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