FÁBULA
Me han llevado al análisis profundo de mis emociones y a la transmutación de todas ellas.
Ha sido un proceso intenso, complejo y bonito, por ejemplo, el día de ayer estuvo sobre la mesa un tema sobre las personas sensibles y si bien estuve de acuerdo con cada cosa que se dijo, yo no dije nada, pero al final del día concluí que hace falta contar más fábulas a los niños para tener más adultos sensibles y empáticos.
No sé si todos conozcan la definición de fábula o que la diferencia de un cuento, pero para mí niña interior la diferencia era ninguna, solo recuerdo decirle a mamá antes de dormir: "mamá me cuentas un cuento" y acto seguido la señora María Emperatriz iniciaba a contarme una fábula. ¿Qué cómo supe a esa edad que era una fábula y no un simple cuento? Bueno, eso lo aprendí años más tarde en la escuela, en la clase de español, allí nos explicaron que una fábula era un relato de una breve historia, protagonizada por animales o cosas inanimadas, que dejaban siempre una moraleja, una enseñanza.
Y es que mamá nunca me leyó un cuento, ella simplemente los inventaba y me los contaba, pero siempre eran fábulas con las que me enseñaba a ser una persona consciente, con las que me formó como un ser sensible... Y así crecí, ella me enseñó a ser feliz y a no rendirme en medio de la adversidad, porque señores, permítanme decirles que no conozco fábula sin adversidad... Y al final del cuento ¡PERDÓN! de la fábula, la lección era siempre la misma: NO HAGAS A LOS DEMÁS LO QUE NO QUIERAS QUE TE HAGAN A TI.
Recuerdo el final de esas noches: risas a carcajadas, debajo las frazadas.
FÁBULA
Fantasías tejidas en historias cargadas de
Amor que enseñan a construir
Bellamente una vida diseñada en
Unión de todas las emociones para
Lograr alcanzar un equilibrio en
Armonía con nuestro entorno.
PIA ARIZAL
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