Diario de una mentira. Capítulo 1

DIARIO DE UNA MENTIRA

No siempre se pueden contar historias de amor, en ocasiones también hay cuentos de horror y otras de decepción.
Dicen por ahí que cuando te enamoras, es el corazón quien lo hace y que cuando eres feliz con ese sentimiento, es él, quien se expande como globo y que cuando te decepcionas, es él, quien se rompe en un millón de pequeñas partes. 
La verdad, yo no estoy tan segura, tiendo a creer que el amor tiene su guarida cerquita al corazón y es por eso que este se ve afectado con los efectos psicóticos del amor.
¿Quién no ha sentido la necesidad de amar y de creer que es amado? ¿y quién por este sueño, no se ha lanzado a tan mortal cruzada?
Hoy iniciaré con una historia de esas que te hacen dudar que el amor existe.

Diario de Ana Villalobos.

Hace algún tiempo dejé caer mi "corazón", mi intención era verlo tan roto que jamás pudiera volver a sentir amor por nadie más, pero no fue posible, cuando menos pensé, fue atrapado por quien jamás imaginé.

CAPITULO 1

Era un día cualquiera de enero, el sol resplandecía a media mañana de una "vida perfecta", cuando de repente una voz muy masculina rompió el silencio de la oficina, era Gabriel, un cliente de la empresa que pasó a saludar a mi amiga Andrea; la verdad ni siquiera llamó mi atención, se sentó por un breve momento y comenzó una descomplicada y jocosa conversación con Andrea; por mi parte yo seguía ensimismada en mi trabajo, hasta que Andrea me dijo:- mira, ¿conoces a Gabriel?, él es el responsable del escándalo que no te deja dormir los fines de semana, fue entonces cuando me detuve, lo miré con molestia y dije: - a partir de hoy no le volveré a abonar un solo pago y terminará donde el abogado.

- Gabriel sonrió y respondió: - no entiendo, de que hablas?
- A lo que respondí con un tono serio pero amable: tiene en la discoteca a un desgraciado que le da por gritar con parlante en cuello a las 3 de la madrugada: Histeriaaaaaaaaaaaa y con él todos los demás borrachos del lugar.
- Gabriel, hizo una mueca y con desparpajo dijo: es imposible, ellos no tienen parlantes.
- Con indignación respondí: claro que los tienen y cuando quiera puede pasarse por su discoteca a esa hora! 
- Gabriel vuelve a sonreír y con total serenidad respondió: toma mi número de teléfono y cuando eso ocurra me llamas, no importa la hora que sea, lo arreglaré..."
Que tonta fui, no me di cuenta que con ese simple hecho, él había iniciado con el juego, una partida de ajedrez con mas de una reina, muchos peones, unas cuantas torres para refugiarse, alfiles y caballos para moverse a sus anchas .... y yo ni por enterada.

DESTELLOS

Una leve brisa y tu cálida mirada de esa mañana, acompañada de tu sonrisa con un destello en la ventana, acariciaron con dulzura una vida resquebrajada, sembrando esperanza en un alma ya abrumada.  

Fueron una mirada, una sonrisa y la seducción de una palabra que dieron lugar a una mentira bien elaborada.

Pia Arizal